Lesiones personales causadas por la Imprudencia de otra persona

A veces, la conducta de una persona es tan imprudente que se convierte en la causa de una demanda o enjuiciamiento penal.

Si una persona actúa de mala fe por la seguridad de los demás, y sabe (o debería saber) que sus acciones pueden causar daño a otra persona, puede ser responsable de las lesiones causadas por su imprudencia.

Existen cuatro responsabilidades básicas que, según el tipo de demanda, pueden hacer que el acusado sea responsable de las lesiones que cause.

  1. Intención: (también llamada voluntariedad) significa que la persona actuó con la intención de causar daño.
  2. La imprudencia: significa que la persona sabía (o debería haber sabido) que su acción podía causar daño.
  3. Negligencia: significa que la persona actuó en violación de un deber hacia otra persona, con el incumplimiento de ese deber causando daño a otra persona.
  4. La responsabilidad estricta está reservada para ciertas situaciones específicas en las que alguien puede ser considerado responsable de los daños que causan, sin importar cuál sea su estado mental.

La imprudencia es una conducta que no tiene la intención real de causar daño, pero es mayor que la simple negligencia. A diferencia de la negligencia, que ocurre cuando una persona sin saberlo se arriesga de lo que deberían haberse dado cuenta, la imprudencia significa arriesgarse a sabiendas.

Las leyes estatales prohíben muchos comportamientos imprudentes y consideran a los actores imprudentes como peligros sociales porque juegan con la seguridad de otras personas.

Una persona que ha sido lesionada por un reclamo civil por imprudencia de otro puede recuperar una compensación por cualquier gasto médico resultante, pérdida de salario, rehabilitación, dolor y sufrimiento.

¿Cuáles son los tipos de comportamientos calificados como imprudentes?

Hay dos tipos de comportamiento imprudente. El primero analiza lo que el  individuo sabía o se cree que estuvo pensando cuando ocurrió el acto. El segundo considera lo que una persona razonable habría pensado en la posición del acusado.

En ambas situaciones, el problema gira en torno a la conciencia, o si la persona sabía (o debería haber sabido) que sus acciones pueden causar daño a otra persona.

Por ejemplo, es imprudente que un conductor de un automóvil cruce intencionalmente una carretera desafiando una señal de alto si se ve un flujo de tráfico que se aproxima en ambas direcciones.

Compare eso con su falla al detenerse porque su atención se desvía y él no sabe que se está acercando al cruce (lo cual sería negligente).

Otros ejemplos de comportamientos considerados arriesgados o imprudentes incluyen:

  • Beber y conducir en cualquier momento
  • Carreras de arrastre en un barrio residencial
  • Uso de sustancias en un club nocturno u otra área pública
  • Llevando un arma oculta
  • Guardar una pistola en una caja sin llave en un hogar donde los niños están frecuentemente presentes
  • Participar en relaciones sexuales sin protección cuando tiene una enfermedad venérea conocida, incluido SIDA / VIH

Consideraciones esenciales de una imprudencia

En general, la conducta de un actor es imprudente si:

  • El actor tiene la intención de cometer el acto en cuestión sabiendo que puede crear un riesgo de daño.
  • El riesgo es sustancialmente mayor que la conducta negligente.
  • El individuo sabe, o tiene razones para creer, que otros están presentes y en peligro.

Diferencia entre la imprudencia y la negligencia

La imprudencia difiere de la negligencia, pues consiste principalmente en el descuido o la incompetencia, en que la imprudencia requiere la elección consciente de tomar un curso particular de acción. Además, la imprudencia requiere un mayor grado de riesgo por parte del actor que la negligencia.

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Las personas a menudo también pueden recuperar los costos legales incurridos en la búsqueda de un reclamo por imprudencia temeraria.

Si cree que tiene un posible reclamo de imprudencia, debe consultar con un abogado para proteger mejor sus derechos.

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